DIOS PLANEÓ TODO PARA TI
¡Sí, Dios planeó todo para ti! Esta declaración refleja la verdad transformadora de que la vida no es una mera coincidencia, sino una expresión del amor y la sabiduría del Creador.
Primero, Dios planeó todo para ti porque te ama incondicionalmente. Desde el principio, Dios planeó todos tus días. Momentos difíciles, felices y tristes son parte de este plan especial, creado con el amor eterno de nuestro Padre Celestial.
Con tus propios ojos viste mi embrión; todos los días de mi vida ya estaban en tu libro; antes de que me formaras, los anotaste, y no faltó uno solo de ellos. - Salmo 139:16
En segundo lugar, Dios planeó todo para que revelar su gloria. Tu vida es un testimonio vivo de la majestad y la gracia de Dios. Cada victoria sobre la adversidad y cada superación, es un reflejo del poder redentor del Todopoderoso, que apuntan a un propósito mayor, más allá de las circunstancias terrenales.
Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie. - Efesios 2:8-9
Por último, Dios planeó todo para ti para llevarte a la plenitud de vida en Cristo. Cada desafío enfrentado es una oportunidad para el crecimiento espiritual y el fortalecimiento de la fe. Dios, en su infinita sabiduría, ha preparado un camino único para que nosotros, confiando en él, podamos alcanzar la plenitud de vida en comunión con el Salvador.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para la salvación de todos los hombres, 12 y nos enseña que debemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y vivir en esta época de manera sobria, justa y piadosa, 13 mientras aguardamos la bendita esperanza y la gloriosa manifestación de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. - Tito 2:11-14
Por eso, en medio de los altibajos, recuerda que Dios planeó todo para ti. En su amor, gloria y propósito, encuentra consuelo y esperanza para afrontar cada día con confianza y gratitud.